Día 1 03h47
Ya eran varias semanas en que la misma imagen se le presentaba en la cabeza. Un carro iba hacia un precipicio y no frenaba. El conductor veía el precipicio y se quedaba inmóvil esperando la caída, pero esa caída no llegaba. Con el paso del tiempo el conductor moría, no por que el automóvil llegaba y caía al precipicio sino por que la espera del fin le desesperaba y le enloquecía. La locura lo mataba; la incertidumbre de su propio final era un peso mayor que el final mismo…
- ¿En que estas pensando? - Preguntó Sofía – te noto raro, muy callado.
- En nada, ¿tú en que piensas?
- En lo que te estoy diciendo… cada vez que analizas algo, lo vez distinto, con otra perspectiva – Él no contestó y continuó manejando unos minutos más.
A cada minuto que pasa, todos nos convertimos en otros. Somos únicos porque somos puntos formados por millones de líneas que se cruzan solo en este momento, solo en este lugar. Todos somos los conductores de este auto que cae hacia el abismo. ¿Nos matará la incertidumbre o nos matará el golpe?
-Tu nunca puedes decirme nada, creo que no confías en mi… que no me quieres- dijo la chica con una mirada de tristeza.
Después solo hubo un silencio sepulcral por algunos minutos, silencio que fue roto solo por un susurro con un tono tan bajo que no fue percibido ni por quien lo dijo.
-Si tan solo pudiera saber lo que pienso… solo sigo cayendo al abismo.
Andres P
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¿Nos matará la incertidumbre o nos matará el golpe?
ResponderEliminarque puede doler menos...?
si tan solo pudiera sentir lo que yo siento.
solo sigo escalando...
APP
... en el precipicio
ResponderEliminaryo comentaría...hechar mano de lo que se tiene a la mano. esta muy claro lo que se tiene a la mano. hablar y decir. no por explicar, si no por oirse hablar, decir y explicar. compartir los ríos metafísicos nos ha salvado de los ríos metafísicos. dejar de lado la vanidad del caos y aceptar la sencilles de poco pensar. hay mucho que aprender de la sencilles.
ResponderEliminarLo que se ve en un punto determinado dentro de un entremado donde miles de intenciones convergen, así parece que habitamos. Ante tal indeterminación, la vida sí que parece un abismo sin límites. Lo curioso es que si uno se mantuviera en esa idea, el abismo sería una especie de destino configurado por las decisiones más radicales e inmediatas. Me gusta eso, porque es peligroso. Y porque es metafórico y permite lo contrario: un abismo sin fin no es un abismo, es un tedio.
ResponderEliminarCómo jode esa sofía, ojalá en el segundo día el protagonista le inicie en la escuela del abismo.
compartir los ríos metafísicos los ha profundizado, acentuado, y mantiene al abismo pendiente... por otro lado, callarlos, dejar que se consuman (que te consuman) dentro convierte al proceso de caer al abismo en lo que és, lo opuesto al tedio y la rutina, por esta razón atractivo...
ResponderEliminar¿nos matará la incertidumbre o el golpe?
139 LEXATIN ....
ResponderEliminarESTOY BIEN ESTOY FELIZ...
NO ES DE MADRUGADA ... PERO ESTA VIDA PARA UN OCASO
COMO UNA RUEDA SIN SENTIDO QUE GIRA QUE GIRA SIN DETERNESE
CON UN MONTON DE SUENOS ROTOS , CON UN CORAZON TRISTE DE VIVIR.