miércoles, 4 de agosto de 2010

Cuatro Años Después...

Y ahora, ¿cómo acostumbrarse a su ausencia?
La ame mucho y la sigo amando; si es que ese es un sentimiento que se puede definir. Con ella todo era siempre nuevo, siempre excitante. Hasta las peleas y reconciliaciones constantes eran, en su manera algo retorcida, hermosas.
En un principio me invadió la ira y el orgullo. Luego la tristeza. Ahora solo me queda una ansiedad intensa que no me abandona. Una sensación de vacío en el estomago, un insomnio incontrolable.
¿Cómo se puede tener síndrome de abstinencia de una persona, de un cuerpo, de una conversación, de una sonrisa, de un calor a tu lado? ¿Cómo puedes sufrir físicamente ante la ausencia de una rutina al lado de alguien? Creo que nunca llegare a entender eso.
¿Qué me queda ahora? Noches interminables despierto y solo. Una relación enfermiza con mi computadora, con mis sabanas, con mis manos. Una cámara fotográfica en paro. Un montón de memorias conjuntas que se quedaron a medias. Un teclado y una pantalla en blanco.
En fin la misma desesperación, las mismas madrugadas; una nada inmensa y como siempre un futuro incierto… futuro en el que ella ya no estará más a mi lado.
Realizado en la madrugada del primero de agosto del 2010.

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